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lunes, 2 de mayo de 2011

Un criminal, una actitud, una incertidumbre

02 mayo, 2011 - 11:16 - Juan Cruz. El País.

Un criminal, una actitud, una incertidumbre

Osama bin Laden ya está en el fondo del mar, dicen las noticias. No es el fin de Al Qaeda, es el fin de Bin Laden. La abyecta inspiración que hizo del terrorismo que acabó con vidas humanas en Nueva York, en Madrid, en Londres, en tantos lugares, atemorizó a la humanidad y creó sentimientos de desolación en muchas almas que fueron víctimas de su odio sin freno. El atentado del que partieron los restantes, el que acabó con las Torres Gemelas de Nueva York y con miles de vidas, desató una persecución del jefe de esa banda, y el jefe ha sido alcanzado mortalmente en Pakistán. Pero con su desaparición sólo se le quita a la serpiente un músculo, acaso una mirada perversa, pero el ingenio que había creado (siempre se dijo que Al Qaeda trabajaba en red; como las serpientes más peligrosas, no tenía una sola cabeza, la hidra de la que habla Lluis Bassets en su comentario) sigue ahí, y sus ojos ahora estarán aún más vivos, y se creerán, además, con mayor poder mortífero, pues ahora hablarán (y dispararán) en nombre de un mártir. Veremos qué pasa, y qué nos pasa. Hay un texto escrito esta mañana en elpais.com por Enric González cuya lectura aconsejo también para observar uno de los lados perversos de la herencia sangrienta y viscosa de Bin Laden, cómo introdujo en la mentalidad norteamericana el gen de la sospecha constante, la vigilancia suspicaz de aquel que a simple vista parece un sospechoso simplemente porque no pone una bandera en el jardín. Estados Unidos ha padecido esa enfermedad, que entre otros desastre generó la guerra de Irak; ahora que ha extirpado a Bin Laden de la nomenclatura feroz del terrorismo, debe aprestarse para combatir lo que queda del terrorista en la tierra, en el mundo, y no sólo en Estados Unidos, y también debe curarse de ese síntoma eterno de sospecha que se inauguró el 11 de septiembre de 2001. Es un momento importante y grave de la humanidad, una noticia que, como decían el profesor Martínez Montávez y el político De Arístegui esta mañana en Radio Nacional, hay que mirar desde muchos ángulos para que no nos ciegue la pasión que desata la gravísima novedad que anuncia que Osama Bin Laden ya está en el fondo del mar.

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